(Detalle de la columna del Nº 4, 1994) |
¿QUE HAGO CON MIS NERVIOS?
x Puntada con Hilo
Las mujeres estamos 'atochadas' de
obligaciones y preocupaciones. En la mañana, no alcanzamos ni a despertarnos y
tenemos que preparar a los niños para el colegio e ir a dejarlos, pero antes
hay que mudar a la guagua que llora porque está orinada, y no olvidarse ni por
nada de firmar la última comunicación (so riesgo de que suspendan a nuestros
hijos otra vez de clases)... Todo eso hay que hacerlo 'volando' para que nadie
se atrase... Nuestra ansiedad va creciendo... De ahí algunas parten al trabajo,
y hay que llegar 'frescas como lechuga' para ganarnos el pan de cada día.
Después de una jornada agotadora,
volvemos a casa a disfrutar de ese 'templo de tranquilidad', pero ¡no señora!,
porque ahí nos esperan rumas de platos y tareas escolares. A veces también las
quejas de nuestros maridos, porque "no somos buenas esposas como sus
madres". Y por si esto fuera poco, cuando los niños ya se han ido a
dormir, tenemos que estar cariñosas y atractivas... cuando en realidad lo único
que queremos es dormir, también nosotras, como cuando éramos chicas.
¿FARMACOS?
No es raro que muchas empecemos a tener
sensaciones no identificadas, algo así como una intranquilidad interior, como
los "nervios crespos", y no podamos dormir como quisiéramos.
Este problema es bastante común, y no
falta la vecina o amiga que nos cuenta que ha encontrado la
"solución": pastillas para los nervios o para dormir.
Vamos a la farmacia y nos venden muy
barato las pastillitas milagrosas. Y, efectivamente, comprobamos que a los
pocos días de tomarlas, todo es más fácil. Los problemas nos afectan menos, nos
sentimos tranquilas y dormimos bien. Pero después de un tiempo, cuando creemos
que nos hemos "mejorado de los problemas", tratamos de dejarlas y...
oh!, sorpresa... es casi imposible (salvo algunas heroicas que logran
sobreponerse al "vicio"), el resto nos quedamos ahí, condenadas a
seguir tomando drogas, porque eso son.
EFECTOS NEFASTOS
Las pastillas que más se usan son el
Diazepan, Bromazepan, Clorodiazepóxido,
etc. Este grupo de remedios recibe el nombre de BENZODIAZEPINAS, producen
efectivamente una disminución de la angustia y mejoran el sueño, pero el
problema es que tienen muchos efectos que no son tan buenos.
A modo de ejemplo diremos que, producen un
enlentecimiento mental, lo que puede llevar a la persona a equivocarse más, y a
rendir menos en el trabajo. También aumentarán los olvidos y los accidentes.
Producen acostumbramiento, trás algún tiempo de tomarlas, será necesario subir
la dosis o cambiar a otra pastilla más fuerte para que se produzca el dudoso
'milagro'. Y cuando las quiera dejar definitivamente, la angustia se
acrecenterá, será mucho mayor que al comienzo la intranquilidad, y no podrá
dormir absolutamente nada.
¿POR QUE?
Aunque usted tome pastillas para los
nervios, las dificultades de la crianza de los niños, la sobreexigencia del
trabajo, el cansancio de lavar los platos todos los días, la falta de
cooperación y solidaridad en casa, todo, sigue estando allí. Las pastillitas no
son una varita mágica, (por mucho que nos coloquemos tapones en los oídos,
vamos a seguir oyendo lo que no quisiéramos escuchar), nuestros problemas no
han desaparecido, permanecen allí.
Si aún no se ha tentado, no lo haga ni
por nada.
¿QUE HACER?
Si ya las está tomando y quiere dejarlas,
lo mejor es pedirle a una médica o médico, o enfermera que la ayude. Al
principio será difícil, pero los síntomas como el no poder dormir y la angustia
irán disminuyendo con los días hasta que todo volverá a ser como antes.
Recién en ese momento podrá comenzar a
preguntarse cómo CAMBIAR las cosas. Identifique sus problemas y trátelos con
comunicación, en un grupo de mujeres, o buscando otro tipo de realización,
según sea el caso.
Puede que necesite la orientación de
algún terapeuta para modificar ciertos aspectos de su vida y ENFRENTAR sus
carencias y necesidades. En ese caso usted tiene derecho a acceder a los
Centros de Salud Mental que dependen de las municipalidades.
También está la posibilidad de que el
problema sea más serio y realmente necesite un tratamiento para los nervios. En
ese caso conviene contarle al médico o médica lo que siente, y él o ella
indicará un tratamiento bien controlado, que complementado con la ayuda de un/a
sicólogo/a la ayudará a resolver las dificultades que están en la base de esas
sensaciones desagradables.
SECRETO PARA DORMIR BIEN
Si de dormir bien se trata, no hay como
las recetas de las abuelas, que pasando los mismos sinsabores que nosotras (o
más), no usaban pastillas, sino que se tomaban "un buen secreto de
campo" antes de acostarse:
Busque dos hojas de naranjo y limpiélas.
En una taza eche una partida en cruz (4 pedazos), y la otra partida en tres.
Viértale agua hirviendo encima, tápela y déjela reposar hasta que se enfríe.
Tómelo frío antes de acostarse, y si lo desea, con azúcar.
Ojo, tome esta infusión sólo cuando esté
desvelada.
Esto no quiere decir que usted se quedará
en el secreto de campo y listo. La cuestión es que usando todas las vías para
ayudarse a sí misma, logre su tranquilidad, felicidad, y realización.
FUENTE: PUNTADA CON HILO, AÑO, Nº 4, NOVIEMBRE 2994
No hay comentarios:
Publicar un comentario