lunes, 23 de julio de 2012

GRACIELA MUÑOZ: MÁS PSICOLOGÍA EN LOS CONSULTORIOS (1994)

(Detalle de la entrevista original 1994)

Es sorprendente lo poco que ha cambiado en los consultorios $hilenos hasta hoy... Y eso, a pesar de las buenas intensiones de quienes -como la entrevistada- en los primeros años de lo que llamaron "regreso a la democracia", hicieron reales esfuerzos para cambiar las cosas... Mirando desde hoy, cuando las denuncias de las y los usuarios testimonian que no hay la higiene ni los elementos básicos para atenderles, y a las consultantes que van con malestares emocionales, las repletan de antidepresivos, queda en claro que cuando las cosas se hacen "en la medida de lo posible", como dijo Patricio Aylwin, el ex golpista y primer presidente de la Concertación de Partidos por la Democracia luego de Pinochet, lo único posible realmente, es el continuismo del modelo impuesto por el criminal Pinochet...

MAS PSICOLOGÍA EN LOS CONSULTORIOS
x Puntada con Hilo 
Muchas veces los dolores físicos surgen de dificultades cotidianas. Los malos ratos, la violencia familiar, las  frustraciones personales pueden enfermarnos de úlcera, de colon irritable, jaqueca, insomnio.
Los remedios no sanan aquello que no anda bien en nuestra vida. La terapia en estos casos es ideal, y ahora es posible optar a ella en muchos consultorios de Salud Pública.

Desde hace dos años funciona el programa de Reforzamiento Sico-social a la Atención Primaria, con énfasis en mujeres y jóvenes. Son terapeutas, matronas y asistentes sociales que trabajan en talleres con sus pacientes.
Quisimos saber más sobre esto y entrevistamos a la sicóloga Graciela Muñoz del Ministerio de Salud, quien fue encargada por ese organismo para coordinar y pensar el programa, junto con el SERNAM (Servicio Nacional de la Mujer) y el INJ (Instituto Nacional de la Juventud).

EL 80% DE QUIENES ACUDEN A LOS CONSULTORIOS SON MUJERES.

En Chile no se asocia atención primaria -es decir, consultorio- con la posibilidad de ir a la sicóloga, entonces ¿de dónde parte esta idea y por qué?
Fue una idea de SERNAM. La atención de los consultorios no satisfacía a las mujeres y además se quería dar un lugar privilegiado a las jefas de hogar. El INJ, por su lado, quería favorecer a los jóvenes y por eso se unieron en esta empresa.
En ese punto me entregaron el proyecto y en el Ministerio comenzamos a pensarlo.
En los consultorios, el 80% de las consultantes son mujeres; se atendían y volvían al cabo de unos días peor que antes.
El concepto de enfermedad en el sistema de salud era muy rígido. Identificaba la dolencia con lo físico y la parte relacionada con la salud mental se relegaba al Siquiátrico.
Pero cuando decimos salud mental, no estamos hablando de locura -esquizofrenia, sicosis- sino de las condiciones sociales que nos enferman.
Entonces se trata de solucionar a fondo la razón de la consulta, además de atender mejor.

Explícame eso en relación al Programa
Se trata de modificar el modelo de atención en los consultorios para propiciar la salud integral. Por ejemplo, que los funcionarios no sólo vean la enfermedad de la paciente, sino que además comprendan su realidad social, familiar, para poder descubrir el problema que la aqueja.
La solución que encontramos fue reforzar a los profesionales que ya estaban en los consultorios con otros que aportaran a la comprensión social y sicológica de las enfermedades.

HAY MÉDICOS QUE COLOCAN EN LA FICHA DE LAS POLICONSULTANTES VDM - VIEJA DE MIERDA-. LA TRATAN COMO UNA HIPOCONDRíACA Y NO LO ES.

Tú hablas de reforzar, y entiendo que sicólogas o sicólogos introducen lo terapéutico. Pero hay malas costumbres arraigadas en este servicio: responder ambiguamente a las preguntas del paciente o calificar de majadera a la mujer que consulta seguido. De hecho hay médicos que escriben en la ficha VDM -vieja de mierda-.

¿Cómo se cambia eso en profundidad?
Sí es verdad, hay quienes ponen VDM. Toman a esa señora como una 'hipocondríaca', porque es una policonsultante (o sea consulta a menudo). La verdad es que su enfermedad es real y hay que buscar el origen no biológico, el problema social que la mantiene enferma.
Sin embargo, eso no se soluciona mecánicamente. Lo primero que hicimos fue sugerir que se introdujeran tres funcionarios más en el consultorio: un/a asistente social, un/a matrona, y un/a sicóloga/o.
Este equipo aportó a la creación de nuevas formas y áreas de atención; se capacitó en temas importantes para el trabajo sico-social como el embarazo precoz, la problemática mujer y salud, elementos de la desigualdad social.
Este es un proceso que continúa y se perfecciona y que también ha tenido sus pecados.

¿Cuáles?
Bueno, uno muy evidente es lo que se suscitó con los funcionarios antiguos. Se sintieron pasados a llevar. Ya había matrona y asistente social en el consultorio y llegaban otras que además traían nuevas ideas.
Nosotros habíamos aclarado que podían ser otros especialistas, no necesariamente los sugeridos, pero la mayoría de los consultorios lo aceptó al pie de la letra. Una forma de actuar que quedó de los años de dictadura: acatar sin reparos.
Muy pocos buscaron otra manera de introducir lo fundamental en su consultorio, que no era un profesional equis, sino más bien especialistas que aportaran en lo social y terapéutico: sociólogos, antropólogos, educadores, periodistas, etc.

¿Esta confusión atentó contra el programa?
Un poco. Pero también fue positivo porque cuestionó el rol, no el del profesional, sino el de todo el sistema. Creo que a la larga en el consultorio se está comprendiendo, por ejemplo, que la matrona no está sólo para medir guatitas. Que hay un rol social que cumplir. No es lo mismo una mujer embarazada y radiante que va a tener su primer hijo (que quiso engendrar), que otra señora que viene agobiada por su quinto embarazo y no sabe cómo va a alimentar a esa guagua.
Desde el punto de vista sicológico, ellas necesitan ser acogidas de diferente manera, y a lo mejor cuidados distintos. Eso está quedando de manifiesto con este programa y es lo que se persigue.

¿Qué ha cambiado en el consultorio para los y las pacientes?
Ahora pueden optar a terapia individual, algo que nunca antes fue posible en el marco de la salud pública. También a terapias grupales, modalidad que está dando muy buenos resultados.


FUENTE: PUNTADA CON HILO, AÑO 1, Nº1, AGOSTO 1994

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