(Detalle de la pagina original en que publicamos el reportaje) |
Feminismo
RAICES Y PRESENTE
Rebelarse contra el cinturón de castidad
(o corset, o sostén, o la violencia) es una cosa, el hembrismo otra. Feminismo
viene de femenino, machismo de macho no de masculino.
Hablan de sensualidad, 'recuperan' su
cuerpo, aprendieron a enojarse sin sentirse culpables de no ser 'buenitas', a
reírse fuerte en la calle, y a no achicarse ante un grupo de machos amenazantes
a las doce de la noche en la Alameda.
Se juntan a hablar de lo que sienten.
Tienen la certeza de haber descubierto otra forma de vivir y la hacen política
y movimiento.
No es historia nueva, viene del siglo
pasado y, si hurgamos más, ha estado desde que existe la opresión de las
mujeres. Filósofas de la antiguedad,
brujas del medievo, mujeres modernas como la política francesa Olympia de
Gouges, contemporáneas como Simone de Beauvoir, crítica feminista, o la chilena
Julieta Kirkwood, teórica del feminismo local. También y sobre todo, grupos de
mujeres que son colectivamente las verdaderas protagonistas de esa otra
historia política.
Contigente
En Chile evolucionan, profundizan sus
ideas y aclaran sus objetivos. Pelearon, en época de dictadura, por la
Democracia en el País y en la Casa. Dicen que luego se Des-Concertaron porque,
en vez de ser parte de una democracia, se bancaron la Transición mientras
"ponían la mesa" en un Congreso repleto de hombres.
Se reconocen "capaces de ser
protagonistas del destino del país", y explican que "el Movimiento
Feminista tiene distintas vertientes porque pretende hacer política desde
diversos espacios".
Visión unánime
Hablan de Igualdad en la Diferencia, no
de parecerse a los hombres, pues ellos no son la medida humana, son sólo una
mitad de la sociedad.
Reivindican lo femenino, el género
femenino: "cada mujer es irrepetible". Ella es quien mide lo femenino
desde su sentir. No los hombres, ni la Iglesia, ni la publicidad.
Ni sexual, ni sagrada, ni super woman.
Rechazan los 'modelos', abogan por la
diversidad humana y ecológica.
Todas las culturas, todas las etnias, ambos
sexos y las diversas orientaciones sexuales, todas las generaciones, los
vegetales y los animales están interralacionados entre sí, y son valiosos y
legítimos.
Lo que ninguna feminista chilena aprueba
manifiestamente es el sistema clasista que significa marginación y explotación
laboral y sexual, no sólo a las mujeres, sino a los hombres pobres, a los
niños, los ancianos, los discapacitados, los jóvenes.
Consideran esta estructura social
"una manifestación del dominio patriarcal".
Diferencias
Sin embargo se intuyen diferencias en el
énfasis que colocan las diferentes corrientes feministas, en el rompimiento
total o no con el sistema establecido (neoliberalismo), con su forma de poder y
con sus manifestaciones socio-económicas.
Representación política
Una representante de la Iniciativa
Feminista, "surgida a fines de los '70", Lilian Letelier, socióloga
dice: "actualmente pretendemos aglutinar fuerzas feministas y lograr un
espacio de representación política. Nuestro objetivo es la de-construcción del
sistema de relaciones humanas que se proyecta desde la dominación".
Esta agrupación en la que se cuentan
mujeres profesionales que trabajan en Organizaciones No Gubernamentales, asumió
en el '93 la candidatura de una de sus miembras a la diputación de Ñuñoa,
campaña que no prosperó. Hoy está abocada a la organización, junto con otros
grupos, de su representación en un encuentro mundial de mujeres a realizarse en
Beijin/Pekín (China) el '95, se manifiesta a favor de la promulgación de leyes
de Divorcio y Aborto Terapéutico.
Sintonizadas
Hay otras dos vertientes visibles: la que
se autodenomina feminismo autónomo y el feminismo popular. Aparentemente
convergen en algunos puntos: no trabajar desde la institucionalidad (ONGs,
Ministerios), sino desde la base de grupos autónomos de mujeres, ni crear leyes
que ellas llaman "en la medida de lo posible", como la del Aborto
Terapéutico en vez de Aborto, por ejemplo.
Cómplices
Son tres mujeres intelectuales que se
perfilan como teóricas de su feminismo. Edda Gaviola, Sandra Lidid y Margarita
Pisano. Se llaman a sí mismas Cómplices porque están "por la complicidad
entre feministas y contra el sistema neoliberal". Son parte de la
corriente autónoma, en la que se cuentan cerca de ocho grupos feministas.
Plantean así su posición con respecto a
la forma de poder que no aprueban : "Cuando se parte del supuesto
patriarcal de que la esencia humana es la lucha por la sobrevivencia, se trata
de reglamentar la violencia, no de construir la sociedad de igualdad y colaboración
que buscamos. Se dice ¡oh como sufren las mujeres maltratadas! y se recurre a
la institución gubernamental para que 'nos haga' una ley y así maltraten menos
a las mujeres".
Ellas plantean otra alternativa
:"Trabajo de base con mujeres para que no sean violentadas, y no gracias a
una ley sino porque ellas como personas logran establecer los límites de su
dignidad.
Apostar no a una ley de divorcio sino al
cuestionamiento de las relaciones familiares, como un fenómeno de transacción
económica y dominio patriarcal que permite la violencia".
Es decir, hablan de crear una cultura
diferente: "construir fuerza y poder desde sí mismas".
Críticas
Las críticas que se escuchan a menudo
entre las mujeres que se inscriben en la postura autónoma es que hay otro tipo
de feminismo 'casado' con el sistema político-económico, aunque no lo
manifieste claramente. Además, que incluye a mujeres militantes de partidos
políticos ("poder masculino histórico"), las que a la hora de actuar
lo hacen de acuerdo a las políticas partidarias y no en relación a las
necesidades feministas.
Respuesta
"A fines de los '70, le propusimos a
las pobladoras talleres de crecimiento personal y político. De ese proceso
surgieron grupos poblacionales, profesionales, ONGs, medios de comunicación y
grupos de estudio, todos de mujeres. La reflexión producida dio origen a otras
formas de feminismo.
En el trabajo realizado insistimos mucho
en la individuación de las mujeres populares o sea, que se reconocieran a sí
mismas como sujetos. Y lo están haciendo, buscan autonomía, es lógico. Pero
también nos dicen: ustedes militantes de partido vienen a instrumentalizarnos
(usarnos) para sus colectividades, explica la Iniciativa. Piensan que eso es un
purismo, que limita otras opciones personales y que pone al feminismo en
peligro de inmovilidad y división".
Populares: pobladoras
María Mendoza, de la Villa O'Higgins, es
vocera de un grupo de pobladoras que apunta al "cambio radical de la
sociedad patriarcal-neoliberal por una sociedad solidaria". Expresa que
desde hace un tiempo "decidimos salir del alero de cualquier institución y
crear el Feminismo Popular desde nuestra realidad".
En sus poblaciones realizan talleres de
desarrollo personal. Se definen como "dueñas de casa que llegaron al
feminismo porque las profesionales nos mostraron una manera de reflexionar
sobre el mundo, que encontramos acertada. Pero no somos iguales. La vida de la
mujer de población es otra. Si todas las mujeres somos discriminadas, las
pobladoras lo somos doblemente.
Somos asesoras del hogar, lavanderas de
lo ajeno, costureras, tejedoras, cocineras que vendemos nuestros productos. No
tenemos horario ni descanso, ni posibilidad -por ser criadoras de varios hijos
también- de salir a estudiar, aunque tengamos ganas de hacerlo.
Nuestra problemática es de género y de
clase, estamos oprimidas por el patriarcado y la política económica. Creemos
que tenemos que ser las educadoras de nuestras iguales".
Están abocadas a elaborar un proyecto
político propio.
Definiciones
Tal como se entiende la política hecha
por los hombres, el feminismo es invisible, no tiene representación específica
en el congreso ni se la considera una corriente legítima. En lo social, sin
embargo, aparece a menudo en las opiniones de las mujeres más diversas y
también de algunos hombres. En la vida diaria, las relaciones entre mujeres y
hombres ya no son lo que eran en los tiempos de las abuelas (justamente cuando
se inició el feminismo político).
Sin embargo, ya no basta el derecho a
votar o el 'des-prejuicio' aparente de la sociedad.
Se habla de hacer otra política y para
eso es necesario definirse.
¿Modificar el trabajo doméstico, dándole
su justo valor y seguir haciéndolo como tarea exclusivamente femenina o
desterrarlo como trabajo de mujer para que pase a ser social y colectivo?
¿Integrar a las mujeres al desarrollo
(neoliberal) o cambiar definitivamente el sistema?
Gran interrogante
¿Cómo desarrollar el feminismo para que
sea un fuerza que, respetando las diferencias, sea capaz de coordinar las
diversas reivindicaciones y visiones?
(PUNTADA CON HILO, Nº 2, SEPTIEMBRE 1994)
(PUNTADA CON HILO, Nº 2, SEPTIEMBRE 1994)
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